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8 de Junio de 2018

Factores asociados a sedentarismo en Chile: evidencia de la Encuesta Nacional de Salud 2009-2010

El sedentarismo (cualquier comportamiento de vigilia caracterizado por un gasto energético ≤ 1,5 METs [metabolic-energy-equivalents], como ver televisión o estar sentado mientras se trabaja) ha emergido como un importante factor de riesgo vinculado al desarrollo de obesidad, diabetes mellitus tipo 2 (DMT2), hipertensión arterial (HTA), síndrome metabólico, enfermedades cardiovasculares (ECVs), cáncer y mortalidad. A nivel mundial, se estima que entre 55% y 70% de las actividades que se realizan diariamente (sin considerar el tiempo destinado a dormir) son de tipo sedentarias. En Chile, la población ha experimentado cambios importantes en sus estilos de vida durante las últimas tres décadas, siendo actualmente 19,8% de la población físicamente inactiva; además, 35,9% destina > 4 h al día a estar sentado, incrementando las posibilidades de perjudicar su salud cardiovascular.

Existe evidencia que asocia el sedentarismo con el deterioro de la salud cardiometabólica, independientemente de los niveles de actividad física (AF) que presente la población, por lo cual, ser físicamente activo no reduce completamente los efectos nocivos del sedentarismo sobre la salud. En Chile, estudios previos han evidenciado que el comportamiento sedentario es un factor de riesgo importante en la salud cardiometabólica y que, a su vez, la AF presenta importantes beneficios en la salud.

Cambios en los estilos de vida de la sociedad, vinculados a la urbanización y modernización, son factores importantes que han contribuido al aumento de los niveles de sedentarismo en la población a nivel mundial; sin embargo, se desconoce qué factores podrían estar asociados con los altos niveles de sedentarismo presentes en la población chilena. Por lo anterior, el objetivo de este estudio fue identificar qué factores sociodemográficos, de estilos de vida y salud se asocian a mayores niveles de sedentarismo en población chilena.

Fuente: Rev Med Chile 2018; 146: 22-31. Santiago de Chile

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